Se metió en mi el virus del mal,
todo empieza a sospechar
estarás bien, ¿me engañarás?
no lo sé, ¿qué mas da?
El calor derrite la cordura
Los párpados de lino pesan
preso el corazón por la amargura
y estos pobres labios que te rezan.
Ya no quiero verte,
no quiero tocarte,
no intentes saberme
estoy por lamentarme.
Tengo mil horrores
mis penas se lamentan
de todos los errores
de todas tus blasfemias.
Te odio.