Sueño en soledad. Tres caballeros vigilaban el lecho, a lado la autoridad, atrás de mí mi buen amigo. En diagonal un fuego cruzado.
El local estaba vacío aunque muy bien iluminado, el fuego decidió hacer fusión al agua y vapores surgían por todo el lugar. Afuera, el viento distraía a la tierra.
¿Podría al fuego fecundar al agua?
Pasión. Sexo. Saliva. Tacto. Aroma de concreto con tu cuerpo. Unas botas y unos shorts mínimos, el fuego quema toda la ropa.
Ay Irapuato.
Quemaste todas las fresas.
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